Viajando fuera de nuestro país y hablando de hoteles y turismo, muchos me preguntan por qué no existen cadenas hoteleras italianas importantes. La respuesta es siempre un poco incómoda, ya que no niego que mi orgullo italiano podría llevarme a dar respuestas más emotivas que lógicas.
Viajando fuera de nuestro país y hablando de hoteles y turismo, muchos me preguntan por qué no existen cadenas hoteleras italianas importantes. La respuesta es siempre un poco incómoda, ya que no niego que mi orgullo italiano podría llevarme a dar respuestas más emotivas que lógicas.
¿Por qué?
Las cadenas hoteleras italianas, que en los últimos años me han visto tomar parte activa en el sistema turístico nacional, siempre han imaginado poderse desarrollar gracias a ayudas económicas de bancos, inversores o patrocinadores, confiando en nombres que al fin y al cabo no habían conseguido nunca grandes cosas en el pasado. Pero desafortunadamente este es un fallo tipicamente italiano. Hace falta solamente fijarse en que las personas que están al mando de las grandes empresas a menudo son managers “reciclados” de otras empresas…
El corazón del desarrollo de una cadena hotelera, y de consecuencia su consolidación, lo dicta su éxito comercial que se basa en extrategias y técnicas que necesitan ser perfeccionadas con el paso de los años. Sobre todo hay que adaptar a cada hotel una serie de extrategias que pueden llegar a ser como “un traje hecho a medida”.
La situación actual se debe a los presupuestos muy “creativos”, a la soberbia de muchos directores de cadenas hoteleras (que se han vuelto más políticos que empresarios) y a sus ganas de controlar los procesos mediante intereses que se encaminan más a cuadrar sus cuentas internas que a lidiar con el mercado.
El verdadero problema es, como siempre, la ignorancia: hoy en día, cuando se analizan las razones del fracaso de nuestras cadenas hoteleras se piensa en las pérdidas financieras, en las finanzas y en las cajas mágicas. Pero haría falta solamente centrarse en la incompetencia de los gerentes y su distanciamento del mercado.
Es una vergüenza que lleguen a nuestro país cadenas extranjeras, que poco entienden y poco pueden enseñarnos de gestión comercial y de Revenue, y que tengamos que resignarnos a verlos tratados como los salvadores de una patria que no me representa.
Hace tiempo nos reunimos con el titular de una cadena hotelera italiana en una grave crisis. Él (ingenuamente) nos dijo que no sabía quienes eramos ni que hacíamos y que no había leído nunca nuestros libros. A menudo la falta de humildad lleva a la búsqueda de las soluciones fuera de nuestros país, mediante managers internacionales o cárisimas sociedades que no saben nada de técnicas hoteleras. En nuestro país hay muchas soluciones a los problemas de las cadenas hoteleras, hace falta sólo buscarlas. El desarrollo de una cadena hotelera tiene que ir a la par con su consolidación en términos operativos, y el Revenue Management (el que está bien hecho) es la condición necesaria para conseguirlo, aunque por si sólo no es bastante.
Aconsejo a los que de verdad quieran desarrollar una cadena hotelera cambiar de perspectiva, pensar más en el mercado y desarrollar una visón general más libre de las exigencias financieras de la empresa que afectan a la buena operatividad.
Que os vaya bien.